La venganza representa una de las formas más destructoras de la violencia humana y ofrece así, un terreno privilegiado para estudiar dicha violencia por ella misma. Para el psicoanálisis, la perversión es la organización psíquica que ilustra de la manera mas clara como nace el deseo de venganza en el psiquismo humano. Sin embargo su objetivo es paradójico. Es lo que he intentado poner de relieve en mis últimos libros intitulándolos : La perversión, vengarse para sobrevivir (Bonnet, 2008). Puesto que si el perverso se interesa a la venganza es para sobrevivir y hacer contra peso a otra violencia, mortífera y peligrosa de otra manera que amenaza desde adentro sin descanso. El perverso hace contrapeso a esta violencia de muerte interesándose a todas las facetas de la venganza ; y es importante de identificarlas para desamorzar los peligros inmediatos. Nos apercibimos que se interesa a esta violencia de sobre vivencia de dos maneras : o atacándose a otros que el trasforma en objetos, ello en las perversiones las más graves. Cuando el sujeto esta enteramente bajo la influencia de la dialéctica de la venganza, o interesándose contra su propia voluntad a una u otra faceta de la venganza de manera a que ella sea contenida de sus consecuencias por el otro : ello va del don juanismo al machismo o al fetichismo ; pasando por todas la modalidades del narcisismo o del boyerismo que hoy en día aprovechan.
Adolescence, 2011, T. 29 n°2, pp. 281-291.