Los numerosos adolescentes que fuman canabis de manera festiva – o recreativa – Si bien es cierto que no entretienen una relación adictiva con los “ porros ” pero resulta intersante de remarcar que la utilización de dicho producto, no es nunca extranjera a los diversos aspectos de la conflictualidad constitutiva de la crisis de la adolescencia : El hecho de disponer de una alternativa – o de un complemento- del estado de ebriedad provocado por las bebidas alcohólicas. Se trata de modificar puntualmente lo resentido y pensado de manera de amejorar la relación con los otros adolescentes, y familiarizarse con el deseo y las premieras experiencias sexuales y facilitar las manifestaciones de humor y muchas veces originar una sensibilidad execiva y los fantasmas sexuales y agresivos. Las entrevistas psicoeducativas, pueden permitir a dichos adolescentes de preguntarse de una manera más globlal acerca del malestar propio de su edad, sus consecuencias relacionales, y la manera como ellos tratan de solucionar. A este objetivo, la familia puede ser utilmente asociada en el tratamiento.
El incremento de las solicitudes que reciben las instituciones para hacerse cargo de adolescentes indica, ya sea que las crisis de la adolescencia se han hecho mas agudas, o bien que las actuales formas de organización de la familias la incapacitan para afrontarlas en su seno. Este hecho también se debe parcialmente, a la falta de procedimientos que mediaticen el paso a la edad adulta. Por otra parte, muchas conductas adolescentes recuerdan esbozos fallidos de rituales de iniciación. El trabajo con adolescentes, solo puede enrriquecerse y mejorar a través del conocimiento de los ritos de paso practicados por la sociedades tradicionales. El marco del comportamiento, recpecto a la violencia y a la sexualidad que ofrecen estos ritos, los procedimientos de incorporación al mundo adulto que aplican, la reelaboración del orden simbólico que impulsan, etc., permiten esclarecer algunas dificultades a las que se enfrentan regularmente las instituciones que acogen adolescentes.
Esta ficción literaria, escrita a finales del siglo pasado, comentada por Freud, presenta el impedimento narcisista que surge durante la adolescencia ante el despertar de lo sexual. En dicho texto, la opción edípica es vista como un viático posible para pasar el vado.
El presente artículo se propone delimitar el imaginario social contemporáneo relativo a la adolescencia. Esta reflexión se inscribe dentro de la sociología cualitativa, es decir, un intento de descripción fenomenológica de ciertos signos elegidos como característicos pero que ninguna estadística objetivante podría legitimar. La autora intenta ubicar la contradicción inherente entre la exhibición publicitaria del cuerpo joven y bello y ciertos rasgos de la estética adolescente, tal como ésta última se expresa en las opciones de presentación de sí, formas musicales, historietas, etc.
En el siglo XIX, la Biblia propuso una nueva imagen del cuerpo humano a los Merina, cuyo reino era a la vez el más poderoso y el más evangelizado de Madagascar. Supuestamente, el cristianismo debía inspirar a los moros en su integración a la “ civilización ”. Ciertas instituciones ancestrales, que fueron juzgadas contrarias a las nuevas tradiciones, se vieron entonces abandonadas. Sin embargo, la “ nec esidad carnal ”, neologismo que usaban los misioneros para designar la lujuria, permanecía insensible al proceso de cristianización. Los Merina utilizaron la sexualidad como un campo de resistencia, ante el temor de un dominio total del Occidente sobre su identidad. Tanto entre los nobles de la familia real como entre los ciudadanos comunes, los actores eran sobre todo adolescentes : su comportamiento había sido aprobado por sus padres
El temor al sida vuelve más complejo el encuentro amoroso, trastornando las relaciones entre adolescentes durante sus primeros acercamientos a la sexualidad. Las ganas locas de tocar al otro, magníficamente encarnadas por el ideal amoroso, pueden verse frenadas por ello. El autor propone entonces la hipótesis según la cual los adolescentes se ven llevados a repetir filogenéticamente las diferentes etapas del amor cortés
Si bien el “ joven homosexual ” no constituye un riesgo específico en relación a la contaminación por el VIH, puede ser estudiado como figura privilegiada de los factores psíquicos en juego que habrán de guiar la prevención efectiva, sobre todo en su relación con el padre (edípico). Fruto de una investigación sobre la dimensión inconsciente de la prevención, el análisis del discurso de Gabriel permite poner en evidencia un “ angelismo ” problemático, que puede ser considerado como un factor real de riesgo. Cuestiona por ende las políticas de prevención actuales, así como la postura del psicólogo ante el “ joven ”, en lo que a sexualidad se refiere.
Cabe distinguir cuidadosamente las nociones metapsicológicas de « pulsión » e « instinto », tal como lo hace Freud en alemán al utilizar los vocablos instinkt y trieb de manera plenamente diferenciada. En el ámbito del psicoanálisis, ha perdurado la confusión entre ambos términos desde que Strachey los tradujo sincréticamente al inglés como instinct. Instinto y pulsión se oponen en el caso del ser humano: el carácter innato y adaptado del primero contrasta con el carácter adquirido (precozmente), polimorfo y anárquico de la segunda. La búsqueda del apaciguamiento (instinto) se opone a la búsqueda de la excitación (pulsión).
El ser humano presenta por instinto comportamientos de autoconservación; la teoría del apego [attachement] ha mostrado su alcance, su precocidad (habilidades) y su carácter intersubjetivo. Por el contrario, en el ámbito sexual, el instinto sólo aparece una vez llegada la prepubertad o la pubertad. Durante el « silencio » del instinto sexual, entre el nacimiento y la pubertad, surge y se desarrolla la pulsión sexual, apuntalada por el instinto de autoconservación, mediante el proceso de seducción generalizada.
Durante la pubertad, el instinto sexual tiene que negociar cierto equilibrio con la pulsión infantil, que ha « acaparado » todo el lugar.
El psicoanálisis tiene precisamente por objeto la pulsión sexual infantil reprimida en el inconsciente.
Después del derrumbamiento de las utopías revolucionarias, los adolescentes iraníes desarrollan, a travez de un rol activo como voluntarios comprometidos en la guerra entre Iran e Irak, una “ cultura de la muerte ”. La búsqueda de una identidad de mártir se substituye al proceso de subjectivación. La ideología islamista y el fanatismo de guerra inducen comportamientos de repliegue narcisista, que impiden a estos jóvenes acceder a la dimensión adulta de la sexualidad y apropiarse de un discurso en el seno de una sociedad represiva.
A través del caso clínico de un antiguo soldado adolescente iraní, éste artículo intenta demostrar cómo esta guerra supuso la única respuesta y callejón sin salida al proceso de adolescencia de miles de jóvenes iraníes.
En la anciana Grecia el periodo que corresponde a la adolescencia ha sido pensado e institucionalizado de manera diferente y ello,en función del sexo. Para los varones; los rituales de iniciación más importantes, son aquellos que se refieren al paso a la edad adulta. Para la mujeres dichos rituales se daban mucho antes. En el caso del sexo femenino, los rituales corresponden a la preparación al matrimonio. Los mitos hacen incapié de las dificultades y de los fracazos. Los accidentes de caza eran considerados para unos, como los indicadores de la incapacidad de encontrar un equilibrio comportamental y sexual y. Para otros, eran revelatrices de las crisis maniáticas y suicidarias. Las divinidades que se encargaban de vigilar esos periodos críticos estaban siempre implicadas en esos escenarios trágicos.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7