La adolescencia, es un segundo nacimiento con toda la resonancia traumática que ella puede inducir en los padres. En nuestros días cada vez más temprano, el comienzo de la pubertad, es un momento precioso para un tratamiento analítico de un riesgo psicótico. La segunda fase, el nacimiento simbólico a la vida adulta, debe ser el de la integración de los actos, de la masturbación y de los límites en una identidad abierta al amor gracias al duelo de la infancia y de los objetos edipicos.
Adolescence, 2017, 35, 1, 83-100.