Etapa decisiva en la construcción del niño, el odio exprime una destructividad que sobrepasa la resistencia inicial a la autonomía. Freud lo ilustra por medio del Fort-Da en el cual el niño ejecuta y luego sobrepasa su pulsión de control. Y D. W. Winnicott insiste en el rol crucial de la madre durante esta etapa en la cual el odio se dirige hacia ella. Para Freud, como para D. W. Winnicott, el odio esta al origen del pensamiento : sin odio no hay separación ; y sin separación no hay construcción del cuerpo y de la psiquis.
Adolescence, 2015, 33, 2, 331-339.