De manera dominante, los jóvenes de los barrios populares, representan para la sociedad y sus representantes, un riesgo social. Ellos son considerados como una entidad global sobre el registro de déficit social o de peligro, en este artículo mostramos como esta postura de las instituciones y de los representantes, tiene por efecto de poner a distancia la inquietud de los adultos pero también las relaciones subjetivas entre los jóvenes. Nosotros proponemos en referencia a los trabajos hechos en las municipalidades de abrir nuevas perspectivas de re-encuentro y de acción apoyándose sobre el deseo de reconocimiento y de un porvenir compartido.
Adolescence, 2011, T. 29 n°34, pp. 603-608.