Este artículo, se apoya sobre un breve ejemplo clínico de un joven asesino que presentaba desordenes de comportamiento durante la adolescencia y viéndose ser rechazado el acceso a la cura bajo el pretexto que no hay motivación personal, se intenta discutir y criticar este concepto. Los autores muestran ciertas razones por las cuales es imposible a esos adolescentes de efectuar un pedido verbal de cura, puesto que es su comportamiento en el mismo que tiene valor de pedido en su manera de dirigirse inconscientemente al otro. Las teorías que hacen la hipótesis de una especificidad del lenguaje del acto durante la adolescencia son citadas : ellas permiten de pensar los dispositivos y reorganización terapéutica necesaria al tratamiento por el medio ambiente del sufrimiento psíquico de esos sujetos.