Este artículo explora la problemática de la autodestrucción durante la adolescencia y lo que está en juego durante los procesos de apropiación subjetiva y ello dentro de un dispositivo original centrado sobre “el discurso dibujado”. El trabajo clínico propuesto con una joven adolescente quién está bajo el yugo de un sufrimiento del narcisismo de identidad. Ello nos conduce a poner en evidencia como es que la autodestrucción participa a la reorganización de las capacidades reflexivas y al restablecimiento de las condiciones de subjetivación y de base para la función de espejo del médium y del terapeuta.
En el caso de una adolescente psicosomática, el síntoma auto sádico de tricotilomanía, condensa las carencias del yo-cuerpo y sus tentativas de apropiación auto-eróticas. Esas heridas traumatofílicas que se repiten, entretienen con fines de supervivencia, la excitación ocasionada por una ausencia maternal denegada cuyos rastros mnemónicos colonizan la memoria del cuerpo enfermo. El objetivo terapéutico es el de retomar a través de la transferencia y la contratransferencia la función primitiva homo y auto reflexiva.
La reorganización psíquica implicada por la pubertad hace de la reflexividad un eje mayor de la adolescencia y aclara de otra manera la problemática de la subjetivación. En ese contexto, la escenificación de su propia muerte, paradójicamente permite de restablecer una forma de reflexividad subjetiva y también lleva a relanzar los procesos de apropiación de sí mismo. Este trabajo se apoya en la importancia que el sujeto acuerda a un objeto doble capaz de sostener la reflexividad en sufrimiento.
Adolescence, 2015, 33, 4, 859-869.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7