La adolescencia aquí será concebida como un evento de subjetivación y ello poniendo el acento en el trabajo de los procesos terciarios los cuales sostienen los procesos de subjetivación de la adolescencia. El objetivo es que el adolescente se convierta enteramente en un sujeto vinculado con el principio de realidad.
Aquí se resume el pensamiento del autor a propósito de la travesía de la adolescencia. Se trata del evento humano que constituye el pubertario negativo que ocurre en el periodo subjetal de la organización infantil, en la cual emerge una fuerza de vida desconocida que inaugura la creatividad adolescente. ¿Cómo es que el psicoanalista acoge en el vinculo transfero-contratransferencial este gigantesco trabajo de la adolescens y sus entrabas? Llegar al consentimiento que conlleva la vida adulta convoca a un trabajo de la latencia entre el yo y la sociedad corriendo el riesgo de desarrollar un narcisismo excesivo o la constatación de una subordinación del yo.
El artículo sitúa los procesos terciarios (A. Green) como un trabajo de subjetivación. Ellos toman origen en el vínculo con el primer objeto, la madre. Los procesos terciarios, tiene dos vertientes intricadas: de un lado la vertiente negativa, la cual busca hallar en el poder de los objetos exteriores (trabajo de alucinación negativa); y de otro lado la vertiente positiva que constituye la creatividad psíquica, la representance compartida en tres ángulos de estudio: el afecto, la representación interna/externa del objeto y la representación de la palabra.
Este artículo describe el caso de un adolescente que, habiendo sido autista en su niñez, se enfrenta a la angustia del tiempo, durante un trabajo de » mediación simbolizante » con la video, en hospital diurno. El autor pone en evidencia el conjunto de condiciones clínicas que permiten al adolescente salir de un estado de caos y de excitación psicótica atemporal. El análisis del impacto psíquico del dispositivo técnico de la video ayuda a comprender que la implicación bajo influencia fija y controla el tiempo, mientras que lo alucinatorio lo reactualiza y lo suspende durante un breve momento de eternidad. Al adoptar una postura terapéutica específica de continente, el autor permite al adolescente orientar y frenar la flecha pulsional del tiempo y, posteriormente, crear un mínimo vital de continuum temporal. Una última secuencia clínica describe el paso de un estado de angustia de precipitación pánica, durante el tiempo de separación, hacia la posibilidad de pensar con serenidad en el tiempo del reencuentro.
A partir del conjunto de sus observaciones, el autor propone cuatro puntos iniciales de referencia para una teoría psicoanalítica de los continentes del tiempo del pensamiento.
El concepto de vínculo se define a través de los procesos terciarios tratados por Green. el « nosotros », manera intersubjetiva agranda esta definición. El uso de términos psicopatológicos y psicoterapéuticos del vínculo es más claro. Enseguida Marie-christine Aubray propone un razonamiento clínico.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7