Nosotros interrogamos la función del cuerpo del adolescente utilizado en el acto sexual violento. Apoyándonos en el caso de Pierre quién tiene quince años y está encarcelado por actos de violación. Basándonos en el tercer tópico de C. Dejours (2003) abordaremos los primeros estados de la relación al objeto primario y luego sobre el efecto traumático de la pubertad que trae como consecuencia un clivaje tópico entre el inconsciente refulado y el inconsciente proscrito precipitando los actos sexuales violentos hacia y contra el precepto.
En el caso de los adolescentes encarcelados, las modalidades psíquicas basadas sobre la dependencia y la pasión al acto, se actualiza en el medio carcéral. El articulo trata de las transformaciones sicológicas de esos sujetos así como también de las modalidades de la emergencia de la violencia. Las acciones violentas, aparecen como una modalidad defensiva en reacción a la excitación de la pulsión, favorecida por la “ hyper estimulación carcéral” y la promiscuidad relacional e institucional inherente al dispositivo mismo de EPM.
otros abordamos en éste artículo y ello desde un punto de vista clínico. Si el acto que separa al sujeto del Otro, introduce una ruptura el permite también de encontrar una nueva posición simbólica. En éste artículo nosotros tendríamos que reinterrogar las dimensiones del acto y su vinculo con la angustia a partir del caso de una joven sujeta a la paranoia, quién sostenida por un trabajo analítico lucha para no hallarse en una posición de objeto a la cual podría reducirse a partir del riesgo que conlleva la dimensión del pasaje al acto.
Durante la adolescencia, la destitución natural del padre imaginario, permite la reorganización de las fijaciones edipicas y la superación de la sexualidad infantil. El autor aquí nos evoca la dificultad de dicha operación. Cuando la figura del padre imaginario evoca a un padre fallecido e idealizado ; el objetivo terapéutico entonces consiste a ofrecer una posibilidad de elaboración transferencial durante la adolescencia para que se deshaga de esta influencia del padre imaginario, etapa crucial para el sujeto en devenir.
Es clásico de atribuir los actos humanos violentos y excesivos que se producen regularmente sobre la escena privada o publica al desencadenamiento de las pulsiones agresivas : invocamos entonces, la fragilidad de las instancias del super-ego que no han jugado su función. Freud se refiere regularmente a ese esquema a partir del segundo tópico, y el inspira la mayor parte de modelos educativos en vigor. Sin embargo, ocurre que los ideales que deben controlar las pulsiones dan lugar ellos mismos a la emergencia de pasajes al acto de naturaleza violenta. En esos casos, hay una idealización sin sublimación, y el ideal que se halla en el centro de la idealización se halla deseado por el mismo. En lugar de ser el vector del deseo que conduce a la sublimación, el concentra la energía pulsional y la libera de una manera explosiva. Es por ello que un análisis profundo de los ideales se impone para poner en evidencia los elementos de esta explosión y la manera de desactivarla.
Adolescence, 2013, T. 31, n°4, pp. 897-915.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7