El autor analiza varios artículos y obras que se han consagrado al rol capital de la mirada en las diferentes relaciones humanas. El nos resume las principales enseñanzas y nos hace compartir su decepción a la ausencia de concertación e intercambio que los caracteriza cuando se trata de un sujeto particularmente conflictual. Ello se debe sin duda alguna al hecho que no se tiene suficientemente cuenta de los aportes de J. Lacan en lo que respecta a la diferencia entre el ojo y la mirada.