A partir de varios terrenos en África del oeste, y Asia del sur-este ; éste articulo intenta abordar los afectos de vergüenza y de odio que exasperan cuando el sujeto ha sido excluido del vinculo social a causa de violencias sociales y políticas y que ha sido invitado a encontrar un sostén en un dialogo posible en el seno del cual se configuran las lógicas de las legitimidades, las afiliaciones y filiaciones.
El asunto del odio durante la adolescencia, es visto como un juego de espejos: de un lado el odio que puede resentir el adolescente y que puede ser como un odio del otro y como un odio de sí mismo ; y de otro lado, el adolescente puede ser un blanco del odio, el odio contra los adolescentes.
El odio es de naturaleza profundamente narcisista, traduce una defensa arcaica, es una protección extrema contra la amenaza de un derrumbe psíquico y del narcisismo. El odio puede ser inofensivo o al contrario agresivo y destructor buscando a abolir la alteridad. Durante la adolescencia, el movimiento afectivo del odio hacia los padres y globalmente hacia el entorno parece ser necesario puesto que el adolescente tiene el sentimiento de ser « mal visto », pasivo o feminizado.
La narración clínica, es una manera, una vía oblicua que no tiene otra función mas que la de servir de referencia. A través, o mas exactamente en las travesías de una trayectoria de un joven bajo los cuidados de la « Ayuda social de la infancia » que se halla en fracaso en la dimensión de inserción profesional y social ; yo tentaré de demostrar como un proceso de subjetivación se ha elaborado afín de permitir a este joven de reconstruir su presente a la luz de su pasado de simbolizar y de apropiarse lo que hasta aquí no había sido mas que únicamente sentido. Este texto ha sido escrito como un tríptico. Las tres partes, pueden ser leídas independientemente la una de la otras. Sin embrago es en la relación entre ellas que se desarrolla la especificad del propósito que intento sostener por medio de este articulo. Cada parte envía a una lectura, a un tiempo de elaboración. Ella se abre por una secuencia clínica como un preámbulo a la reflexión que sigue. Hubiera podido unir las secuencias en una sola y desarrollar enseguida mi elaboración punto por punto ; pero he preferido esta desarticulación que responde mejor según yo a la teatralización del caso presentado.
En función de las experiencias afectivas hirientes y frustantes, los adolescentes de alto riesgo abandonarán el ámbito de la escena objetal – donde la vivencia del odio, aval del lazo con el objeto, sigue siendo posible – para caer regresivamente en la destrucción del lazo objetal y la desimplicación narcisista. Parte del trabajo de la adolescencia se sitúa en el deslizamiento que opera entre dos polos del odio y lo destructivo. Cabe entonces considerar un tratamiento analítico, para mantener abiertas las posibilidades de reposicionamiento.
El amor por transferencia es amor. No obstante, la clínica es diferente durante la adolescencia y la edad adulta. Al parecer, las diferencias provienen de exigencias del desarrollo ; y sobre todo de aquella que impone renunciar a la realización de los deseos incestuosos y parricidas, por más que se encuentre a nuestro alcance. Durante la adolescencia, el supuesto amor por transferencia se aparenta más bien a una pasión amorosa, con el consiguiente riesgo de perderse en ella.
A diferencia de la agresividad, cuyo objetivo consiste en herir al otro, el odio ataca la existencia misma del otro como objeto diferenciado. Sin embargo, el odio no debe ser confundido con el afán destructivo, en la medida en que el primero es garantía de un lazo indefectible entre paciente y terapeuta. Si bien resulta difícil de tolerar dentro de la relación de transferencia y contra-transferencia, el odio no constituye un peligro mayor para el seguimiento de un proceso terapéutico.
El seÒor V., fue hospitalizado en los servicios de psiquiatrÌa, y nosotros lo hemos encontrado en el marco de una consultaciÛn abierta en el servicio para recibir las quejas corporales de los pacientes sin tener en cuenta su diagnÛstico. El evento que ha turbado la vida del seÒor V., cuyo nombre en frances significa la vida se deduce de la desvitalizaciÛn de sus dientes sanos operados por un dentista. Luego de este evento conmovedor, el mismo aÒo que coencide con el acceso a la paternidad de un hijo ; el seÒor V. har· un encuentro fatal con un hombre. Sus palabras nos conducir·n sobre la pista de lo que ha podido provocar el conflicto psÌquico y ocasionar el fracaso de la represiÛn de una homosexualidad irrepresentable, inaceptable e imposible de ser asumida por el sujeto. Su pasiÛn homosexual, desconocida y reprimida lo ha llevado a una degradaciÛn fÌsica y psÌquica, y a quejas llenas de pesimismo, constituyendo asÌ un callejÛn sin salida en su vida sin problemas hasta ese momento. En la escenificaciÛn de su palabra, los hechos que nos relata adquieren un tal sentido que vienen de un modo u otro a darle novedades en lo que se refiere a la homosexualidad evocada por las palabras paternales y el fracaso de su represiÛn.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7