La adolescencia es un tiempo propicio para multiplicar las opciones amorosas. Sin embargo, lo que nos llamó aquí la atención, a partir de dos fragmentos clínicos, fue la fijación en torno a la elección de un objeto en ambas historias. Se inicia así una discusión sobre la noción de erotomanía a esa edad, así como sobre la naturaleza particular de los movimientos afectivos relacionados con el » primer objeto » perdido.