El adolescente es capaz de perturbar el terapeuta tanto como todos los otros intervinientes que lo entornan. Desde los padres hasta las instituciones propiamente dichas. La especificidad de la escucha analítica interroga sobre aquello que llamamos “el objeto perturbador” intra-psíquico de referencia. Este objeto perturbador debe ser identificado e interpretado tanto en el mundo interno del adolescente como el del terapeuta.
El incesto psíquico en sus dos niveles : padre-madre, madre-hijo puede constituir un factor que favoriza las violencias fraternales como ello aparece durante la cura de un joven muchacho al fin de su adolescencia presentado por el autor. En el caso de la configuración parental de tipo insestual y psíquica y de la existencia de un hermano traumático, se muestra un objeto interno complejo ; un hermano asesino quién destruye constantemente al interior del psiquismo. Para limitar o para suprimir la acción nefasta de este objeto interno, para el analista es muy útil el poder representarse en posición de contra-transferencia al padre y al hijo y alternando sin cesar de uno al otro. El objeto hermano asesino es puesto fuera de estado de lastimar y ello, desplazándolo del lugar de objeto nuclear en fusión con la madre poniéndolo al lugar de un objeto orbital. La interpretación en el mito fundador, de la historia de Etéocle y Polynice, los hermanos enemigos nos permite de aprofundizar el conocimiento de diversos aspectos de esta realidad psiquica.alejandolo de su falso mito fundador.
Adolescence, 2009, T. 27, n°1, pp. 133-142.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7