Al mismo tiempo que se señala como el grupo Nirvana ha logrado cristalizar el malestar y el furor latente de toda una generación adolescente, el autor se concentra sobre la influencia muy particular de las tonalidades melancólicas de la voz de Kurt Cobain. Si esta voz blanca ha enormemente contribuido a los poderes de auto-afectación y de captación que emanaban de las melodías musicales de ese grupo grunge, lo cual no sería posible sin un vínculo con la presencia escondida de un compañero imaginario, Boddah, quien habría tenido una parte activa en el destino fatal del artista.
Adolescence, 2015, 33, 2, 451-466.