A menudo, los ritos de iniciación conciernen los adolescentes, ellos siguen un esquema de la muerte y del renacimiento y comportan una prueba física. La problemática edipica y su reactivación a la adolescencia y son una llave de interpretación. Los ritos de los sacramentos dichos de iniciación cristiana tienen ese mismo esquema de iniciación. La prueba esta ausente pero se la halla en la existencia del creyente y ello a medida en que se desarrolla lo que inaugura los sacramentos de iniciación. Lejos de satisfacer espontáneamente las esperanzas infantiles, los caminos cristianos convocan una profunda transformación del deseo, un proceso de desilusión exigente. A ese sujeto se puede hablar de una prueba iniciática que corresponde a un pasaje de la creencia infantil a la subjetividad de la filiación que queda siempre por aprofundizar. Esta transformación sigue una dinámica análoga a la subjetividad adolescente.
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LECUIT JEAN-BAPTISTE : THE INITIATION TEST IN RITES AND CHRISTIAN DEVELOPMENT
Initiation rites most often pertain to adolescence. They follow a scheme of death and rebirth, which entails a physical test. The Oedipus complex and its reactivation in adolescence are key to its interpretation. The sacramental rites said to be those of Christian initiation have this same initiatory structure. The testing part of it is absent, but may be found in the believer’s existence, insofar as this is where what is inaugurated by the sacraments of initiation is deployed. Far from spontaneously satisfying infantile expectations, Christian development calls for a deep transformation of desire, a demanding disillusionment. Here we can speak of an initiatory test, corresponding to the passage, which can always be deepened, from infantile belief to filial subjectivity. This transformation follows a dynamic analogous to adolescent subjectivation.