El temor al sida vuelve más complejo el encuentro amoroso, trastornando las relaciones entre adolescentes durante sus primeros acercamientos a la sexualidad. Las ganas locas de tocar al otro, magníficamente encarnadas por el ideal amoroso, pueden verse frenadas por ello. El autor propone entonces la hipótesis según la cual los adolescentes se ven llevados a repetir filogenéticamente las diferentes etapas del amor cortés