La ayuda terapéutica dada a una adolescente cuya historia fue marcada por el ataque del cuerpo ya sea por el lado de la somatización o por el lado del acting-out autodestructor; nos ha permitido de aprofundizar la comprensión de práctica mórbidas como la escarificación y ello más allá de un modelo clásico del ataque del cuerpo púber como portador del sexual genital. El ataque del cuerpo ya sea actualizado por adentro o en superficie nos informa del desarreglo de la circulación psíquica la cual va de par con el « yo-piel » patológico con doble capa : la primera capa muy porosa la cual nos muestra el defecto de para- excitación y la segunda carapaza protectora la cual busca a guardar todo frente a las angustias de vaciarse por completo las cuales conducen a la intoxicación . Enriquecido por el modelo topográfico las infracciones cutáneas se deben entender en la dimensión de expulsión fuera de sí mismo para desintoxicarse : verdaderos « agujeros de aeración psíquica », frente a un psiquismo amenazado de asfixia. Ellos abren en un movimiento de proyección desintoxicante tomando formas fóbicas y persecutivas necesarias a la construcción de una frontera conteniente y susceptible de recibir el eros pubertario desintoxicado de su muy viva locura pulsional.
Adolescence, 2008, T. 26, n°3, pp. 681-695.