Se discute aquí la especificidad del psicodrama respecto de otras formas de tratamiento, principalmente en el caso de adolescentes en situación difícil. La autora demuestra hasta qué punto la originalidad del método – en cuanto al marco, la técnica de intervención y de interpretación y sus efectos sobre los desplazamientos transferenciales en adolescentes para quienes el dispositivo clásico no resulta favorable – brinda una nueva perspectiva terapéutica nada desdeñable. El psicodrama constituye, por añadidura, una herramienta clínica y metapsicológica sumamente valiosa.