Las transformaciones ocurridas durante la alucinosis [Bion W. R. (1965) Transformations, tr. fr., PUF, 1982] son el resultado de un desastre primitivo. Dicho desastre, dichas transformaciones tienen su origen en los » terrores sin nombre « , que carecen de continente capaz de contenerlos. El autor explora los mecanismos de la alucinosis —escisión pasiva e identificación proyectiva patológica—, así como el mundo de las creaturas autoengendradas por tales mecanismos.
Las transformaciones pubertarias generadas por la alucinosis constituyen el hilo conductor del artículo. A partir de un material literario (Frankenstein) y psicoanalítico —las terapias de Franck y Víctor—, el autor ubica en la cavidad primitiva el desastre que origina las creaturas de la alucinosis. El desmoronamiento de la cavidad primitiva provoca durante la pubertad el surgimiento de creaturas que ocultan y revelan a la vez aquel desmoronamiento original.