Este artículo presenta un caso clínico donde un “ encuentro desafortunado ” en la vida real –el anuncio de su seropositividad– contribuyó a la regresión temporal directa del sujeto hacia el momento de su adolescencia en el que un movimiento de reorganización psíquica se había visto detenido. Discutimos aquí dicha regresión hacia lo infantil, que acarreó la renegociación ulterior del conflicto edípico. La renegociación se había detenido bruscamente, al morir el padre, cuando el sujeto tenía quince años. Proponemos la hipótesis de que esto pudo producirse en una reorganización progrediente, donde la confrontación con la muerte propia por venir brindó finalmente al sujeto la oportunidad hasta entonces incierta de identificarse con el padre a través de la muerte, permitiéndole así reanudar una relación filial, mediante una rehabilitación de su función. La seropositividad del paciente parece haber sido el precio impuesto por dejar a un padre pregenital grandioso impropio para la identificación, en aras de la construcción de un padre edípico, idealizable y estructurante.