Las actuales transformaciones de las subjetividades sexuadas confrontan la teoría y la clínica psicoanalítica a la insuficiencia de ciertas categorías canónicas para comprender las disidencias de la sexualidad. Las trans identidades, las trans sexualidades, los travestismos y los transgéneros; las subjetividades no binarias y fluidas en los adolescentes contemporáneos vienen generando una crisis en el discurso patriarcal e interpela el imaginario cis-hetero-normativo del psicoanálisis.
La búsqueda de identidad del adolescente en nuestra época actual, encuentra nuevas proposiciones en términos de identificación. Separando la interrogación de género con aquella de sexo, las teorías de género generan nuevas perspectivas de afirmación individual. Ello amplia el binarismo “hombre/mujer”, “homosexual/heterosexual” hacia otras declinaciones. La posibilidad de “elegir su género” puede coincidir con la reivindicación adolescente del “derecho de autodeterminación”.
Este artículo, tratará de examinar ciertos aspectos suscitados por la exploración del binarismo en el caso de los adolescentes en proceso de creatividad durante su construcción de identidad de género. Ello haciendo dialogar el psicoanálisis con las interrogaciones alrededor de la trans identidad de los estudios queer y las teorías feministas. De otra parte, se tratará de ser prudentes con la tendencia actual de normatividad psíquica; tratando de abandonar su propio saber con la finalidad de escuchar mejor lo que los adolescentes trans género y no binarios dicen.
Los autores y coordinadores del número Binarios/No Binarios, examinan las interrogaciones suscitadas durante la exploración de la identidad de género y del no binarismo en el periodo adolescente, y ello según tres enfoques: el enfoque de los pacientes, el enfoque de los padres, y en fin el de los terapeutas que se ocupan de ellos y los encuentran. Para ello, el método freudiano los conduce hacia una creatividad subversiva, en lugar de conducirlos hacia un conjunto de dogmas reaccionarios.
El interés de F. Richard por la clínica de los adolescentes y de los estados limites de una parte, y de la otra de la evolución psicosocial y cultural constituye el centro de su nueva obra muy enriquecedora; en ella, el autor articula esas dos dimensiones. El autor propone de establecer un vinculo entre la aumentación de la patología limite y la evolución del malestar en la cultura y ello en relación a una pervertización del super-yo (doble orden contradictoria de liberación y de puritanismo).
Pariendo de dos situaciones clínicas contrastadas, este articulo propone una exploración antropológica de concepciones contemporáneas de la juventud. Estas son vinculadas, a la apertura de lugares de encierro y a la valorización de la autonomía individual. Ellas se distribuyen de manera desigual según el medio social y el género. Frente al peligro ambiental, la focalización de las capacidades individuales sobre la consumo de recursos y el dualismo entre cultura y naturaleza son problemáticas.
Es necesario que hablemos de Kevin, el roman epistolar de L. Shriver, ofrece un paetrial clínico que interroga la racionalidad de una conducta asesina de un adolescente asesino de once personas en la América de los años ochenta . Nos dieron a leer el sufrimiento vinculado al trabajo de maternaje y lo educativo – el trabajo maternal-así como las imposibilidades de este lo cual, parece ser el corazón del comportamiento asesino. Es así, que los vínculos entre la violencia el pensamiento y la cultura se hallan interrogados.
Los estudios estadisticos, nos permiten de exponer de manera concreta la cuestion del género en la justicia de los menores. Los datos alrededor de las acusaciones, el tratamiento judiciario, la repartición según la nacionalidad de los menores detenidos; ilustran la existencia de un tratamiento diferencial según el sexo. Ello viene a completar un enfoque hecho sobre el impacto importante de la polivictimización sobre la delincuencia de las mujeres de menos de dieciocho años.
Pocos delitos son establecidos en el caso de las muchachas jóvenes contrariamente a sus homologos masculinos. Los delitos y crimenes no son siempre la única manera de expresión de la violencia y de la transgresión a la cual son confrontadas las muchas, y ello ya sea de manera activa o pasiva. Las diversas maneras que se presentan, interrogan, la especificidad femenina de ciertos modos de transgresión, ya sean violentos o no violentos, asi como también el tratamiento socio-judiciario. Este rompecabezas semiológico es un terreno abierto a la investigación.
Luego de algunas remarcas reportadas sobre la terminología (sexo, genero e identidad) se hará un pequeño recapitulativo sobre la construcción de la identidad de género a la adolescencia. El pasaje de un cierto estado andrógina de la infancia a la plenitud de la identidad sexuada se hace a veces, con algunas dificultades banales ; Es también el momento donde el acceso posible a una sexualidad completa y fecundante ; confirme y desarrolla la orientación sexual. Fuera de toda alteración del desarrollo sexual ciertos adolescentes transexuales rechazan su sexo de asignación que es su sexo biológico y ello pidiendo una operación hormono-quirúrgico. Ciertos adolescentes tienen un problema de identidad de género en relación con un desorden del desarrollo del sexo. En el seno de nuestra cultura, se ha desarrollado un movimiento « transgénero » quien no considera el género y va hasta rechazar toda diferenciación de sexos poniendo así problemas que no son mas medícales si no societales.
Adolescence, 2014, 32, 1, 165-179.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7