Los fans de mangas se reunen en multitudes para hacer la fiesta. El « cosplay » es un juego espectáculo dónde los participantes estan disfrazados como sus heroes mangas favoritos. Aqui son examinadas las funciones lúdicas, metafóricas y metonímicas de esos disfraces. El presente artículo se funda sobre la escucha de una adolescente « cosplayeuse ». Sus propósitos ilustran la función del disfraz como objeto de creativdad, continente narcisista, envoltura protectora, soporte de identificaciones y de diferenciación. La reversibilidad posible gracias al disfraz, con sus aspectos « baby » y « sexy » le permitiran de luchar contra las angustias ligadas a una sexualidad adulta irreversible y de explorar sensaciones erógenas de tipo infantil.