El objetivo central de este texto es de llegar a presagiar si la tematica de la “ Philia ” es susceptible de tener alguna pertinencia dentro del marco teórico de la psicoanálisis. Las afinidades que el psicoanalista entretiene con el eros no va en ese sentido salvo para tomar en cuenta las conceptualizaciones de D. W. Winnicott que articula la amistad a la relación al yo y a la capacidad de estar solo. Resulta que en el don de la amistad esta implicado el devenir de la maduración afectiva cuya capacidad de estar solo en presencia del otro representa el fenómeno mas elaborado. El amigo no puede ser considerado como un simple modelo o como el equivalente de un autorretrato; tampoco puede reducirse a otro yo mismo. La amistad contiene algo que me es debido. Si los adolescentes tienen una preferencia por la amistad es que el don de la amistad es indispensable para lanzar y acompañar los movimientos de subjetivacion durante la adolescencia. En ese sentido se entiende que la amistad es contemporánea de trasformaciones subjetivas puesto que ella condiciona la posibilidad de advenir en algo que tenemos de inherente a si mismos.