La adolescencia, edad de los posibles, se inscribe en el campo de la discontinuidad, en ella, la más perceptible es corporal. Otras discontinuidades – psíquicas, familiares y ambientales – son propias de la edad. Los rastros de las primeras fases del desarrollo van hacer eco a esos cambios.
El proceso de adolescencia supone transformaciones en la identidad y las identificaciones lo cual necesita un trabajo de mentalización indispensable para asegurar el sentimiento de continuidad de la existencia. Si ése trabajo no se da, el sujeto corre el riesgo de ser dominado por la « función de desubjetivización » de su propia economía psíquica, bloqueando de esta manera toda forma de creatividad y de expresión de la vida. El trabajo de análisis, podría tomar el camino de la sensorialidad por medio de desplazamiento en la transferencia de las impresiones sensoriales no asimiladas. Lo mas cerca posible del « cuerpo de lo indecible ». Entre obstrucción y creatividad.
Adolescence, 2014, 32, 4, 787-796.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7