¿ Cómo autorizarse a la relación sexual durante la adolescencia ? El acceso al placer del cuerpo pasa por las letras para hacer emerger el deseo. La función fálica se hace su vector, a través de la posibilidad del sujeto de servirse del Nombre del Padre para pasar al acto sexual. ¿ Qué es lo que se puede decir de los logros y fracasos de ese proceso en la clínica de los adolescentes ? Las modalidades de saber lidiar con la castración, son singulares pero todas convocan lo universal del padre como nombre.
A través del análisis del espectáculo de Kontakhofcon adolescentes de más de catorce años, de Pina Bausch, interrogaremos, el cuerpo, el deseo, la castración, el sueño y la identificación durante la adolescencia. Nosotros veremos cómo puede constituirse un grupo que no se encuentra alrededor de un ideal protector si no a partir del deseo. Ese deseo esta en relación con el sueño y se manifiesta por medio de la práctica de la danza.
Estética del desapego, el tag (graffiti urbano realizado por los jóvenes) interpreta la rivalidad y las discrepancias; la problemática de lo bello o lo feo desaparece en aras de la expresión de un sujeto enfrentado a un objeto que se le escapa, más allá de la carencia, hacia una ausencia de objeto.
El espacio abierto por el tag provoca así una variación del campo estético mismo, atrapado entre la precipitación pulsional y el arte de la moderación, en el que la imagen es interpretación del nombre; la letra, interpretación del autorretrato; el estilo, interpretación del trazo nacido de la metonimia de un deseo singular.
El registro del momento nos pone directamente la interrogación del deseo y de su influencia en el proceso de subjetivación. A partir de la problemática del encuentro en el caso del libertino, el autor nos propone una exposición de lo que está en juego en la relación y ello durante los inicios de la genitalidad.
El registro de la pérdida consentida instituiría la creación de un yo enamorado y masoquista sobre el cual se apoyaria en parte la evolución subjetal. El momento – por el efecto de desinterés que el introduce en el momento del encuentro, pero al mismo tiempo por este efecto de perspectiva que el suscita – potencializaría esta operación determinante para el sujeto genital.
La cuestión del velo es abordado a partir de algúnos de sus elementos estructurales que hacen que su lógica encuentre aquella del deseo inconsiente referido a lo femenino : El montaje entre la pulsión, , la construción del cuerpo imaginario el cual necesita del concepto de cosa, de objeto a lacanian. Se evoca en que la metáfora del velo abriría sobre los campos filosóficos y estéticos interrogados a partir de la problemática de la castración. Es por medio de dichos puntos psicoanalíticos que se puede aportar una luz sobre las consecuencias sociales alienantes del fenómeno del portaje de velo para las mujeres.
La escuela que constituye a la vez organización simbólica del cuerpo social y una organización del orden y la construcción del sujeto funciona a través de un juego del poder y del deseo. Pero esta construcción singular del deseo de saber de los individuos debe combinarse con un análisis de la escuela y de las relaciones con el otro que produce la institución escolar : entonces, será posible de apreciar el malestar en la institución escolar francesa : actora y promotora de una ciudadanía republicana y monista. En el modelo ciudadano francés en la cual la escuela es la base, el otro debe llegar a ser el mismo. Esto da un enfoque de las tensiones actuales en el recinto escolar.
A partir del postulado de una revolución sexual después de los anos sesenta y ocho, la cual a conducido a lo que M. Tort llama el « fin del dogma paternal », proponemos de abordar las barreadas como islas de resistencia que se levantan contra el fin de la desigualdad erótica la cual aventaja a lo masculina. Más allá de la feminidad que esta bajo el control como valor compartido, es la sacralización de la virginidad femenina como la garantía del honor familial que continua a perpetuarse en el corazón de la ciudad. Mientras que paralelamente, la post-modernidad ambiente se dirige hacia una visión de in diferenciación de sexos. El choque entre esos dos universos simbólicos viene a redoblar los conflictos inherentes de los procesos adolescens. Consideramos que el rechazo de lo femenino en le caso del adolescente así como el odio de lo femenino en el adolescente resulta de una misma traducción de mensajes enigmáticos del otro adulto, y ello integrando la sexualidad femenina como potencialmente causa de deshonra y siempre no respetable y de otro lado considerándola como un medio « insuficientemente bueno » que se trasmiten por medio del acceso a la simbolización.
La actualidad de la delincuencia que se manifiesta por la agresión contra el otro, su prójimo, a menudo brutal o como una explosión de destrucción inmediata releva de lo arcaico y que se refiere a la existencia subjetiva del sujeto. Los actos jurídicos proponen formas de re-educación social y de prevención centradas sobre el acto transgresivo, desorganizador y no toman en cuenta el potencial refundador, lo que trae como consecuencia el « encierro » de esos adolescentes y jóvenes adultos difíciles, reproduciendo al interior de los muros de la cárcel una estigmatización de los que cometieron faltas.
En lo que parece un impase, el « encierro » puede operar e introducir la dinámica de un pasaje si se instaura dispositivos de mediación terapéutica que somete al adolescente violento a un trabajo de re-elaboración psíquica y relanza la dinámica subjetiva ; abriendo el acceso a satisfacciones pulsionales constructivas, creativas y cerrando el paso a la dinámica de descarga. Esos espacios de transformación podrían dar lugar a la simbolización y reposicionar esos jóvenes en un sector de ínter subjetividad, en una comunidad de intercambios que les permita de encontrarse y apoyarse en un espacio que tome en cuenta sus posibilidades.
Adolescence, 2013, 30, 4, 797-813.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7