Este artículo pretende constituirse en una reflexión clínica sobre el acto de la prostitución y los procesos psíquicos que dicho acto engendra. Un horizonte sobre la historia de las hipótesis de la investigación y sus momentos fuertes, nos permite de señalar hasta que punto, el conocimiento de la amnanesis y del traumatismo es insuficiente para comprender el destino prostitucional. La escucha de la clínica me ha llevado a tomar en cuenta la fuerza de las palabras que tienen valor de ordenes como « no eres más que una prostituta » o « yo soy una prostituta » fabricado por el sujeto mismo. En ese contexto de sensibilidad a las palabras es que se dió a conocer la función del « cuarto pesonaje » ; como la figura de un Otro social femenino, a quién se dirigia el acto de prostitución y de lo que se juega para el sujeto. En efecto, y tal es nuestra hipótesis de investigación : La erotología de ciertos actos de prostitución participaría a una construcción de soi através de experiencias autoeróticas alrrededor de los orificios del cuerpo, y de aquello que la psicoanalisis llama el objeto a minuscula. Como lo indica aquello que nosotros hemos descrito de « el acto de prostitución symbolico », el amor no está ausente de un tal proceso de subjetivación.
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elsa schmid-kitsikis : cuerpo y psique : teorización.
A la luz de la clínica dicha de los estados límites, el autor interroga un cierto número de nociones que se inscriben en la relación del cuerpo y de la psiqué, así tenemos la percepción, la sensorialidad,, la sensualidad, la representación, la emoción, el afecto y el autoerotismo.
Se dá una importancia particular a la plaza que ocupa la sensualidad infantil en vínculo con la instauración del autoerotismo puesto que la sensorialidad es a menudo confundida con la sensualidad. Esas nociones, todavía representan hoy en día una gran parte de las dificultades que encuentra la investigación psicoanalítica. Ellas mantienen un vínculo estrecho con el movimiento pulsional ; pero la oposición que a menudo se afirma entre lo sensorio-perceptivo y lo intelectual no siempre se justifica.