Las condiciones del joven adulto parece estructuralmente necesaria para su trayectoria como ser humano, este periodo de la vida es distinta al periodo de la adolescencia y de la madurez adulta. El autor explora los factores que diferencia las especificidades de la vida intra-psíquica, de lo intrapersonal, y de la economía psíquica del joven adulto. Durante el tratamiento, la capacidad de gestionar el factor infantil sin ser sumergido ni amenazado por el ; nos aparece como una modalidad de funcionamiento psíquico suficientemente bueno. La evolución de esta capacidad constituye una primera problemática.
La segunda problemática, consiste a buscar si esta presente o no una función a contener suficientemente para permitir la preelaboración de sufrimientos primitivos que aun no han sido elaborados y abrir las vías a las introyecciones decisivas.
La tercera problemática consiste a la asimilación de las identificaciones a los modelos identificantes quienes son suficientemente desexualizados (Identificación de aprendizaje), asimilación que puede darse sin « pensar mucho » y que permite al funcionamiento del preconsciente de reforzarse.
Finalmente como cuarta problemática la relación con el cuerpo de los padres puede ser claramente reconocida en vista de la reducción de las angustias incéstuales y las identificaciones intracorporales también pueden ser reveladas y elaboradas.
El material clínico, ilustra que esos pacientes se disponen más a un análisis echados sobre el diván pero son menos sensibles a la función de « holding » subjetivisante y ello con relación a los adolescentes.
Adolescence, 2009, T. 27, n°1, pp. 117-132.