Cada adolescente, de cada generación, se halla violentamente atrapado en un contexto social, involucrado en una problemática de transmisión y de filiación, de duda y de herencia. Solos o en grupo, los adolescentes son actores y testigos ; introducen sus objetos, discursos y conductas en los lugares por donde pasan. La adolescencia es pues una categoría inestable, sin un sitio verdadero, capaz de apropiarse el nexo social o de melancolizarlo. La escena adolescente, vulnerable, interpela a las instituciones y exige el acondicionamiento de un espacio potencial que autorice la transformación de los registros de lo psíquico y de lo social implicados en la transición. Dicha escena constituye un punto nodal donde se condensan retos individuales y colectivos, donde se precipitan y cristalizan las violencias ; se presenta así como una violenta dramaturgia ubicada entre lo psíquico y lo social.
Archives de catégorie : ESP – Violence – 1998 T. 16 n°1
RAYMOND CAHN : BAJO LOS VALORES, LA VIOLENCIA. A PROPÓSITO DE TELÉMACO
Telémaco es el arquetipo mismo de una adolescencia lograda y de la entrada a la edad adulta. Cada cual a su manera, Fenelón y Aragón deconstruyen ese modelo, dejando entrever cierta violencia pulsional que el funcionamiento mental aprovecha al tiempo que intenta con mayor o menor éxito domeñarla. Se revela así la riqueza y la profundidad de dicha figura mítica.
SERGE LESOURD : DE LA VIOLENCIA NARCISISTA A LA CONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN MATERNA. A PROPÓSITO DE UNA ADOLESCENTE PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE DE » COLOCAR «
A partir del caso de una adolescente prácticamente imposible de » colocar » en un centro de atención médica de emergencia, el autor desarrolla una lectura de los trastornos narcisistas primarios basados en un trastorno de la construcción por el sujeto de la imagen psíquica materna. Dentro de esta relación, el cuerpo propio y el cuerpo del otro cumplen entonces una función de » continentes « , suscitando ante los tabúes una respuesta en acto, no en el lenguaje. El tratamiento de este tipo de adolescentes requiere reconstruir, mediante la transferencia, una imagen materna interiorizada y, por ende, hacer del cuerpo arcaico un cuerpo inscrito en el lenguaje y en los significantes.