El cuerpo de los adolescentes ocupa los espacios y los tiempos formales e informales en las instituciones escolares, en ese espacio social dedicado a ellos. El adolescente debe seguir los ritmos, las actividades de aprendizaje. La relación al saber y al pensar, se origina en el cuerpo; sin embrago, la institución parece denegar el cuerpo en su realidad de pulsión. Este articulo, propone una exploración de ese postulado, basándose en observaciones realizadas en un liceo francés.
A causa de las transformaciones inconscientes que el proceso adolescente supone, el implica la integración de una nueva dimensión sensorial que no tiene ninguna correspondencia simbólica con lo que se hereda de la infancia, lo cual corresponde al advenimiento de la feminidad (el otro sexo) y al goce del otro. Ella es un efecto de la realidad del proceso púber, un real en el cual se trata de definirse y entrar en el tiempo de la adolescencia. ¿Cómo pasar de ello a un objeto tomado de la realidad que se inscribe como causa del deseo e integra todas las dificultades del campo social?
El articulo presenta el fracaso del proceso de la creación adolescente y la reaparición de dicho proceso en forma de actos violentos y monstruosos a partir de una sensorialidad desvastada en su primera infancia. Ello es presentado a partir del caso de un post adolescente asesino y violador después de la muerte. La sicopatología estructural, es insuficiente para dar cuenta de esos casos. Sin embargo la psico-criminología psico-dinámica intenta describir un lenguaje del cuerpo y del acto antes de la « encarcelación » y el tratamiento multidimensional que tal vez permitiría encontrar a esos sujetos una parte de humanidad.
El artículo, se propone de interrogar durante la adolescencia, la importancia de la función auto-informativa y las articulaciones que se operan con el trabajo del sueño donde las exigencias de figuración es un elemento constitutivo. La reflexión se basa sobre la narración de un proceso de cura de un adolescente sumergido en comportamientos compulsivos de ataque del cuerpo.
A la ocasión del tratamiento terapéutico de una joven paciente anoréxica. La presencia constante de sensaciones de frío y de calor, esta presente para luchar contra las angustias de despersonalización; pero también puede indicar la presencia de sensaciones púberes, infantiles, y arcaicas que se hallan en imposibilidad de subjetividad. El establecimiento de afinidades particulares entre el registro de lo arcaico y de la pubertad, favorita de manera muy regresiva el dominio de modos de representación primitivos en detrimento de formas mas elaboradas, aquello que la psicoterapia a diferenciado poco a poco.
Es en un contexto paradójico que se inscribe el proceso de adolescencia. El sujeto se confronta con una intensidad muy particular a los efectos de la dependencia y a la exigencia de autonomía. Esta tensión, suscita una expresión de emociones que el sujeto debe controlar. La búsqueda de sensaciones puede representar una de las modalidades. La consciencia reflexiva es muy determinante para preservar al sujeto de las consecuencias de una polarizacion destructiva.
Recorrer lo sensorial, implicaría una visión bivalente a partir de los efectos del vínculo y la ruptura del vínculo. La idea de transfiguración, se presta a la representación de un juego de figuración en el cual el otro, es un compañero inevitable. La insistencia con la cual el cuerpo se invita en el periodo de la pubertad no siempre puede ser interpretable en su condición de desorden. El podría también ser considerado como un punto de referencia y aparecer en su rol de operador en el seno del proceso de subjetivación.
Adolescence, 2014, 32, 4, 687-693.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7