A partir de una lectura de D. Hirch sobre las construcciones y representaciones a la adolescencia: del futuro anterior al pasado re-compuesto, el autor desarrolla la idea de una forma de construcción particular en el trabajo analítico con los adolescentes ; lo que hace que frente a los clivajes funcionales, los regimenes de funcionamiento y de los contenidos que ellos vehiculan.
Las trasferencias a la adolescencia no son solamente regresivas e infantiles si no que también son progresivas y pubertarias. La economía traumática pubertaria requiere de un tiempo de construcción de un espacio intermediario a partir de una narratividad compartida transformando los sentimientos pubertarios no figurables en escenarios capaces de ser compartidos. Los discursos durante la adolescencia son retomados como creaciones que en si no deben ser interpretadas, y ello, al menos en un primer tiempo. Las construcciones del analista sobre el objeto narrativo intermediario, dejan abierta la posibilidad de una comprensión re interpretativa hallada y creada por el adolescente mismo y ello sin tener que justificar sobre su origen en una forma de juego de manejo activo. Este tiempo es necesario para asegurarse de una identidad narrativa subjetivante. Esta señalado, el riesgo de un clivaje de transferencia narcisica y objetal y de un evitamiento del trabajo « interpretativo » clásico. El trabajo de construcción implica en el analista un trabajo contra-trasferencia sobre el adolescente que hay en el analista y sobre sus « teorías sexuales adolescentes ».
El articulo retraza la participación de cinco adolescentes y su trayectoria terapéutica ambulatoria durante diez y ocho meses. Ese recorrido de tratamiento asocia a varios grupos terapéuticos que crean espacios de narración a partir de una mediación cultural inicial. Y ello acompañando y prolongando la producción de una opera de músicas actuales ; la organización de narraciones hace aumentar las posibilidades de generar los procesos de simbolización.
En este artículo el autor trata la violencia durante la adolescencia como la expresión de un mal especifico a esta edad, en la cual el sujeto se halla sumergido de sentimientos de persecución. El distingue de ese modo « la paranoia ordinaria del adolescente, « paranoia que indica el acceso normal al edipo pubertario, » de la paranoia propiamente dicha, es decir la patología que se instala a la edad adulta. El autor nos recuerda el rol del medio y su capacidad a soportar los ataques destructores del adolescente.
A partir del postulado de una revolución sexual después de los anos sesenta y ocho, la cual a conducido a lo que M. Tort llama el « fin del dogma paternal », proponemos de abordar las barreadas como islas de resistencia que se levantan contra el fin de la desigualdad erótica la cual aventaja a lo masculina. Más allá de la feminidad que esta bajo el control como valor compartido, es la sacralización de la virginidad femenina como la garantía del honor familial que continua a perpetuarse en el corazón de la ciudad. Mientras que paralelamente, la post-modernidad ambiente se dirige hacia una visión de in diferenciación de sexos. El choque entre esos dos universos simbólicos viene a redoblar los conflictos inherentes de los procesos adolescens. Consideramos que el rechazo de lo femenino en le caso del adolescente así como el odio de lo femenino en el adolescente resulta de una misma traducción de mensajes enigmáticos del otro adulto, y ello integrando la sexualidad femenina como potencialmente causa de deshonra y siempre no respetable y de otro lado considerándola como un medio « insuficientemente bueno » que se trasmiten por medio del acceso a la simbolización.
El estatuto de la palabra a la hora de la adolescencia, traduce el movimiento identitario contradictorio a partir del cual se construye el yo. La identidad ídem y la identidad ipse constituyen los dos polos a partir de los cuales se enuncia la certitud de una definición subjetiva. Un yo que el adolescente interroga trasformando los limites y las reglas del lenguaje pero también, escogiendo proceduras particulares a las cuales los nuevos modos de comunicación le permiten de dar forma.
A partir de una secuencia clínica el autor recorre las condiciones de ese trabajo de búsqueda identitaria a la adolescencia. El es por esencia autoconstrucción. Finalmente el autor insiste sobre la importancia de « ir sin rumbo » psíquico y la terapia analítica aparece como la matriz natural.
El lenguaje de los adolescentes es síntoma y a la vez una necesidad interna de una elaboración psíquica e inscripción cultural y social de prácticas simbólicas. Las practicas lingüísticas no pueden reducirse a rupturas de códigos, pero constituyen un lenguaje de transito quien manifiesta tanto la necesidad urgente de comunicar como la necesidad imperiosa de no ser hallado para hacer frente a las transformaciones físicas, psíquicas y sociales que las animan. El hablar adolescente se transforma en un lugar en el cual el deseo del sujeto puede enunciarse fuera de la lengua materna y el lenguaje puede ser concebido como una representación metonímica de la identidad en gestación.
Los autores consideran el lenguaje como un lugar en el cual los sujetos tejen y retejen su identidad. Ellos examinan lo que la post modernidad actual esta trasformando en nuestra manera de hablar. Los autores hacen la hipótesis que una nueva lengua esta en camino de constitución, la cual será susceptible de influenciar enormemente las condiciones de la subjetivación y de la socialización en el momento oportuno de la adolescencia.
Para describir el uso y el semantismo del neologismo bolos y los locutores que lo emplean, presentamos los resultados de una encuesta en la que participaron más de 1200 personas francófonas la mayoría de ellas de entre 10 y 30 años de edad.
En los años 2006 y 2008 el uso de este sustantivo peyorativo se extendió del argot de los suburbios al argot común de los jóvenes, por lo tanto podemos hablar del paso de un neologismo de identidad de tipo sociológico a un neologismo de identidad generacional.
En este artículo, se informa de una comparación de doce manuales de lectura en francés y en alemán, lengua materna, para un nivel de tercero (sistema francés), en el marco de una lingüística de discurso comparativo. El objetivo es poner en evidencia diferentes representaciones del adolescente a través del estudio del discurso de adolescentes dentro de estos libros. Si bien los libros franceses construyen una representación del adolescente como (futuro) ciudadano en una comunidad de eruditos intergeneracional, los manuales alemanes muestran un adolescente definido para su clase de edad, que se busca a si mismo y se opone al adulto.
Adolescence, 2009, T. 27, n°4, pp. 921-930.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7