Comentando J. lacan como un lector de Freud, el autor remarca tanto en uno como el otro, la importancia del ideal del yo a la ocasión de aquello que ellos llaman « la pubertad ». Este término aislado de todo biologismo remplaza en ellos nuestra moderna « adolescencia ». Es un avatar de ese proceso que J. Lacan denuncia en el desencadenamiento de una psicosis a saber la imposibilidad para el sujeto de interiorizar el ideal del yo que hasta ahora es proyectado.
A partir de la exposición de un caso, se trata de interrogar la implicación del proceso adolescente en la aparición de una psicosis paranoica. Esta reflexión, se apoya sobre la concepción lacaniana de la psicosis relativamente a la lógica precisa de su desencadenamiento. Ello interroga en particular la temporalidad de la lógica a través de sus determinaciones temporales diacrónicas y/o sincrónicas.
En psicoanálisis la diferencia entre verdad y saber tiene una utilidad que va más allá de lo teórico, tiene una eficacidad clínica. En la crisis de adolescencia, como lo indicaba J. Lacan siguiendo los pasos de Freud, se trata « de interrogar como un saber la verdad » ; esta visión permite al joven que encuentra un impase de encontrar en el saber una utilidad permitiéndole la producción de una nueva formalización.
¿ Cómo autorizarse a la relación sexual durante la adolescencia ? El acceso al placer del cuerpo pasa por las letras para hacer emerger el deseo. La función fálica se hace su vector, a través de la posibilidad del sujeto de servirse del Nombre del Padre para pasar al acto sexual. ¿ Qué es lo que se puede decir de los logros y fracasos de ese proceso en la clínica de los adolescentes ? Las modalidades de saber lidiar con la castración, son singulares pero todas convocan lo universal del padre como nombre.
La teoría de J. Lacan pasa por una crítica de los enfoques psicogenéticos del Edipo. El acento puesto sobre el padrey la castración, acentúa el privilegio dado por Freud al enfoque filogenético. La adolescencia, momento de la decepción de promesas edipianas, cuando se cae en cuanta que la genitalidad no asegura una relación al Otro, ello es un testimonio de la reducción del lugar que se da al Edipo como analizador del proceso adolescente.
Retomando la interrogación sobre la adolescencia como un fenómeno social y subjetivo con D. W. Winniccott y J. Lacan este texto intenta precisar lo que está en juego durante ese periodo ; a saber, una nueva articulación entre el placer y el cuerpo a partir de « los tres tiempos de la metáfora paternal », es decir, del Edipo.
Exploraremos en que J. Lacan puede ser un teorizador de la pubertad sin darse cuenta. De la misma manera en que Freud pudo haber hecho cuando se interesaba en la joven muchacha durante su periodo infantil. J. Lacan opera un cambio de paradigma en su teoría, entre el Libro V del Seminario y la existencia de Otro del Otro, y el Libro VI donde no existe Otro del Otro. Nuestra exploración se basa en una conferencia de J.-A. Miller en 2013 : « El Otro sin Otro ».
Como abordar el vínculo entre los trabajos de J. Lacan y el tratamiento de los adolecentes. ¿ cuando esta temática está ausente de su obra ? Una de las respuestas consiste a substituir al principio del desarrollo por el de estructura. Esta substitución, generadora de efectos desplaza las interrogaciones sobre el cuerpo – sobre todo la pubertad y el proceso de la pubertad en el fenómeno adolescente – el lenguaje utilizado por J. Lacan especifica los efectos sin nombrarlos.
Adolescence, 2016, 34, 2, 233-238.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7