Con el término de apertura, el autor propone de orientar su reflexión (ilustrada por dos situaciones clínicas) sobre las condiciones susceptibles de favorizar la motivación de pacientes adolescentes del trabajo psicoterapéutico. Para hacer frente al temor de la sumisión de un lado y del otro al temor de la pérdida de identidad. La apertura del analista a una cierta maleabilidad de su marco de intervención y el mantenimiento de su neutralidad, permite de producir una distancia útil tanto para el paciente como para el analista.
Este artículo presenta los comienzos del tratamiento de un adolescente quien ha sufrido traumatismos tempranos. La discontinuidad restablecida desde los comienzos del tratamiento por una serie de ausencias repetidas, va a confrontar al analista a las vicisitudes de las primeras relaciones de objeto. El espacio terapéutico sin cese atacado va a tener que construirse tomando en cuenta las posibilidades psíquicas del paciente.
Los inicios de la cura con adolescentes deben tener en cuenta de la dificultad de utilizar la palabra dirigida al terapeuta y del estado de crisis permanente en la cual se encuentran mientras que ellos no pueden apoyarse en representaciones corporales personales y que una organización interna conflictual no consigue reinstaurarse. La historia clínica en dos tiempos, de un largo tratamiento en consultación terapéutica, ilustra ese doble proceso.
El centro de psicoanálisis de ASM 13, se encuentra en el seno de un organismo de psiquiatría del sector especializado en patologías no neuróticas. Esta particularidad, la ha conducido a desarrollar técnicas de tratamiento particulares, pero también a la elaboración de ciertos conceptos teóricos (interés transferencial, tercer personaje, interpretación de funcionamiento o de procesos…) que ponen en evidencia, la necesidad de adaptación del enfoque psicoanalítico para ese tipo de pacientes.
Los inicios de tratamiento de adolescentes o de jóvenes adultos nos confrontan desde el principio a une fuerte movilización de la transferencia en nuestras sensaciones. La excitación pulsional y la ambivalencia caracterizan la situación analítica y las resistencias reforzadas por el temor de traicionar los objetos de amor originarios. La cura de un joven obsesivo de veinte tres años y la comparación que se hace con el hombre de las ratas sostiene esta hipótesis.
Adolescence, 2017, 35, 1, 9-20.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7