La firma es un acto complejo que participa a la marca de su desaparición. Entre mimetismo y afirmación de si mismo ella permite de abordar la cuestión de la afiliación del adolescente. Por extencion exploramos otros modos de firma a la adolescencia interrogando la pertinencia de esta designación : estamos en el derecho de preguntarse si aun se trata de una firma. Quién firma a la adolescencia ? En que medida, los diversos medios de expresión que a menudo son practicas de la exclusión vienen a firmar algo del sujeto ? Sobre todo si este trabajo trata de ilustrar la manera en que la fantasía de auto creación, pueden a la vez, favorizar y entrabar el trabajo de subjetivacion y partiendo, permitir o no el paso.
La relaciones entre el proceso adolescente y el vinculo al lenguaje se juega en particular por un cierto « remodelaje » del lenguaje a través las invenciones graficas de los adolescentes y a un nuevo interés por las formas escritas. Es en la invención de su firma que situamos un acto esencial de la re-escritura del adolescente por el mismo. Para decirlo de otra manera, en la adquisición de un estilo. Se trata de interrogar el estatuto en mutación del sujeto y ello en relación a la firma articulada a u propio nombre. Sin duda, ello implica de precisar la función de demostración de la firma y los efectos de sus desplazamientos. Nosotros podríamos indicar como línea de investigación el estudio del valor de la firma y de la marca del sujeto a través las formaciones actuales : las inscripciones sobre el cuerpo propio.
La agravación del pasaje al acto al acto autodestructor que sobreviene durante la adolescencia, es vista así como la repetición compulsiva de un trauma o de microtraumas ocurridos durante la primera infancia y que tienen o que tuvieron que ver con la ausencia del objeto y al sentimiento de vacío que ello provoca. Las diferentes funciones que puede tener esta compulsión a la repetición son examinadas y principalmente las que están en relación con la búsqueda de la identidad a la adolescencia. Finalmente, el autor aborda la cuestión del trabajo mental que se espera del clínico durante el trabajo con los adolescentes para quienes esos problemas están presentes y particularmente cuando la palabra no puede ser utilizada para fines de comunicación ínter subjetiva.
El análisis de los movimientos transfero contra-trasferenciales del tratamiento de una mujer obesa nos permite de poner a la luz la plaza central de un evento pubertario traumático en la constitución de un síntoma de bulimia a la adolescencia. Las barreras impuestas por esta experiencia, después del infantil cierran las posibilidades de apaciguacion del refulamiento conduciendo a una transformación de la pulsión. Este destino pulsional, organiza una forma melancólica de los escenarios originarios en los cuales el sujeto comete falta. Es entonces que el cuerpo como soporte del yo y del objeto incorporado que trata a la vez de atacarse y de preservarse. De la misma manera, el atracón de comida, movimiento centrípeto de afuera hacia adentro comporta también el objetivo de oponerse a la fantasía de vaciarse así como también a la seducción potencial figurada en el sangrado de la menstruación.
El autor considera que las dificultades que encuentra la adolescente anoréxica a trasformarse en mujer, constituye las manifestaciones sintomáticas graves de un proceso de feminización que podría ser común a todos los niños de sexo femenino. La futura anoréxica habría constituido como Nina sistema de « self-falso » el cual entra en crisis durante la pubertad. La anorexia como proceso contra la evolución trae como consecuencia un riesgo de muerte psíquica y física. Es una forma de sicopatología que esconde un deseo inconsciente de emancipación y de subjetivacion.
A partir de una critica del término « conductas adictivas », el autor propone una reflexión methapsychologica centrada sobre la compulsión de repetición y sobre sus efectos a la adolescencia y mas precisamente sobre la patología de las anorexias. El estudio clínico de los procesos terapéuticos desplegados durante el psicodrama en el tratamiento de una adolescente gravemente anoréxica se articula alrededor de construcciones teóricas a propósito de la dialéctica de las percepciones internas y externas. La interrogación principal se encuentra en la cantidad del interés puesto en las percepciones externas – constitutivas del narcisismo – perjudicando la percepciones internas las cuales son consideradas como íntimamente ligadas a los afectos que constituyen la « materia primera » de la transferencia.
La segunda parte del articulo, es consagrada al psicodrama analítico a su interés y a sus funciones y en esas situaciones : la fragmentación de la transferencia; al juego de los dobles y a la narración de los afectos ofreciendo todos los medios para tratar la violencia pulsional puesto que el método asegura el vinculo entre la imagen y las palabras cunado los afectos son entrabados, encarcelados o asfixiados. Así, el psicodrama traza el camino de la experiencia efectiva, de la caída en la doble vertiente, testigo del dolor originario y de la soledad edipica.
El autor observa que sobre la denominación única de anorexia existe en realidad estructuras de la personalidad y cuadres psicopatológicos diferentes. Ella describe igualmente la evolución de los componentes anoréxicos en la mujer adulta tratada por análisis después de haber en apariencia sobrellevado el síntoma y la dinámica anoréxica.
Un tal titulo por lo menos enigmático impone el recurso a un diccionario para al menos entender algunas significaciones potenciales. Apoyándose sobre las diferentes definiciones propuestas, algunos polos de reflexión emergen para los clínicos que a veces intentan en vano de atraer y fidelizar los adolescentes en sus « fondos de comercio » Existe una expresión clínica de « el adolescente in consumible » al menos juzgado como tal por sus prójimos y que por lo menos se sustrae de la misma manera a toda forma de apetencia psicoterapéutica hacia el. La fantasmatica del sujeto/objeto consumible que representa esta estrategia de evitamiento merita de ser explorada. En las situaciones las más preocupantes. Ello viene a significar una adolescencia in consumible como rechazo de un cuerpo sexuado o del devenir adulto. La pregunta última reside en cual dispositivo psicoterapéutico tolerable para un adolescente sobre ese registro.
El adolescente in consumible, concierne una población numerosa de adolescentes que se encuentran bajo el yugo parental que abusan de su poder explotándolos a punto de negar el estatuto de sujeto. Entre esos adolescentes muchos de ellos caen en comportamientos de autodestrucción para proteger a los padres a quienes la violencia les esta fundamentalmente destinada. Otros escapan a esta obligación y logran preservar los procesos de subjetivacion. Ellos indican que hay soluciones posibles para ayudar a los primeros a volverse in consumibles.
La blancura es una forma de dimisión de si una voluntad de eclipsarse de una existencia que no esta más ahí que por una suerte de pesadez. La indiferencia a si mismo, suscita la exposición a un peligro que no es mas percibido como tal puesto que en realidad el joven no se habita mas en si mismo. Es una forma inconciente de una voluntad quizás no de morir si no de no estar mas ahí. Ella atestigua de la imposibilidad de ser un individuo y de investirse como sujeto de su existencia. Las técnicas de blancura son tentativas de desbarasarse de si mismo para no soportar más la presión de una identidad intolerable.
Adolescence, 2008, T. 26, n°4, pp. 841-849.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7