Hoy en dia el adolescente navega en lo que llamamos una hipermodernidad. Con el advenimiento de las tecnologías, han aparecido nuevos modos de actuar entre ellos la violencia numérica. A partir de un caso clínico los autores proponen de interrogar el actuar de la violencia numérica según el referencial psicoanalítico. Mas precisamente ellos discuten como es que el disfuncionamiento familiar puede ser desplazado sobre una nueva escena es decir la escena de lo numérico y ello para intentar restaurar los limites adolescentes.
A la hora de lo numérico y la proliferación de las pantallas el adolescente va poder poner en escena sus deseos, sus defensas y sus conflictos… La utilización de los mundos virtuales que son soportes propicios a las proyecciones determinadas por el encuentro entre su propia virtualidad y aquella de esos mundos pixelisados, va acompañar el proceso adolescente. La utilización de mundos virtuales pone el proceso adolescente en pausa; pero ello puede llegar a ir hasta una repetición mórbida y deshumanizante impidiendo el devenir adulto.
El autor apoyándose específicamente en la teoría de D. Anzieu intenta demostrar que la envoltura sonora de yo es invadida por la irrupción de la sexualidad genital, lo cual implica un movimiento de desestructuración de los límites del yo y de sus funciones: la contenencia que funda el sentimiento de la continuidad del Yo (limitación entre lo exterior e interior), y la individuación del Yo (limitación entre el uno y el otro) Ese movimiento, nombrado violencia sonora pubertaria es ilustrado a partir del mito griego del Dios Pan.
La clínica adolescente, llama nuestra atención sobre la rarificación de los movimientos de exploración de su entorno y de su vida psíquica y ello, en el caso de ciertos sujetos inhibidos o intolerantes a la frustración. El interés enfocado en las latencias en “sufrimiento”, renueva la comprensión de este periodo de desarrollo psicosexual del humano. El cual ha sido por mucho tiempo concebido y percibido como “silencioso” se trata de percibir los caminos posibles para relanzar los procesos transicionales asociados al trabajo de la latencia.
El recurso a los productos psicoactivos durante la adolescencia permite de hacer la experiencia de lo que no puede ser abordado psíquicamente. Para Max, un joven sobre dotado, el consumo de drogas no es únicamente la necesidad de libertad es también un medio de definir su identidad y afrontar la violencia del proceso de la pubertad. Este uso tiene una función de mediación la cual va inscribirse en una relación terapéutica y ello particularmente con la experiencia de limites y la escritura como sublimación.
La psicoterapia de Victor por sus cefaleas funcionales sucede cuatro años después de la cura de tumores cerebrales benignos y un año después del divorcio parental. Lo cual permitirá la elaboración de las brechas precoces a nivel de la simbolización primaria y una rehabilitación de sus capacidades para representar, simbolizar y sentir los afectos gracias a la dinámica transfero-contratrasferencial.
Adolescence, 2020, 38, 1, 25-37.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7