La evolución de psicosis delirantes agudas hacia la esquizofrenia está lejos de ser importante y representa en todo caso una minoria de casos. Sin embargo es indispensable de ocuparse y de tratar todo episodio delirante agudo durante los dos años que siguen el amejoramiento sintomático. El seguimiento especializado, permite de proseguir la observación y la evaluación del paciente y precisar el diagnóstico que puede ser el de un desórden del humor.
Archives de catégorie : ESP – Corps et âmes – 2005 T.23 n°2
Daniel marcelli : psicosis a la adolescencia
La noción de la esquizofrenia es abordada con insistencia en las publicaciones psiquiatricas actuales. ¿ cual es el sentido de esta resurgencia ?
Es muy importante despistar una enfermedad a partir de las primeras manifestaciones de los sintomas o antes, puesto que disponemos de tratamientos medicamentales eficaces. ¿ Pero es que se puede reducir de esta manera la cuestión de la psicosis a la adolescencia ? es decir a una enfermedad impresionante que afecta el funcionamiento del sistema neurosináptico cerebral sin tener cuenta del sujeto, de su historia y de los avatares de su transformación pubertaria ? Efectivamente, todo adolescente es amenazado en su sentimiento de continuidad existencial por un riesgo de ruptura que conlleva a una verdadera amenaza psicótica. Lo que podría llamarse una « psicosis pubertaria »… Sus expresiones destinadas a describir un potencial negativo de desorganización que el individuo contemporaneo debe atravezar a fin de satisfacer las exigencias de una subjetivación impuesta a cada uno, como marca de su singularidad. Pero este trabajo de subjetivación el cual jamás se adquiere totalmente, ni tampoco se acaba ; y no puede continuar ni proseguir que si los fundamentos narcísicos de la primera infancia ; han procurado a dicho sujeto una base de seguridad suficiente. En ausencia de dicha base, la transformación sexual del cuerpo y la fantasía pubertaria son traumáticas, en un contexto de extrema incertitud.
La designación nosográfica toma generalmente el camino o la forma de una estigmatización que el adolescente puede apropiarse puesto que una de sus estratégias de singularización se encuentra precisamente en las conductas de autosabotaje. Es decir que en esas condiciones, el interés de un acompañamiento psicoterapéutico suceptible de construir con el adolescente la continuidad de una historia relacional que constituirá el primer tiempo de una escenarización cuando hace falta la posibilidad de un remaniamiento narcíco.