A partir de un caso clínico, ilustraremos el trabajo psicoanalítico que puede ser propuesto a jóvenes autistas. Presentaremos las etapas encontradas en el seno de la terapia y que atestiguan de los avances en cuanto al desarrollo del yo corporal. Las proposiciones terapéuticas consisten a acoger los procesos autísticos y a proponer transformaciones en términos de exploración sensorial por medio del tacto, compartiendo el afecto y la escenificación de las formas corporales.
La fobia escolar del adolescente, se acompaña de una angustia si masiva que la inhibición que resulta constituye un obstáculo a la vida de fantasía del paciente. La conducta, que es a menudo asociada al encierro a domicilio, nos orienta hacia una fantasía arcaica de Claustrum desarrollada por D. Meltzer. Se trata de una forma de identificación proyectiva intrusiva que contraria el conflicto de edipo oponiéndose al proceso de diferenciación. Nosotros exponemos esas nociones a partir de un caso clínico.
A una edad en la cual muchos se aventuran fuera de la familia, algunos adolescentes, recluidos y desescolarizados, optan por una actitud monacal, al punto que el lenguaje los llama “claustros” en su habitación. Sin que se den cuenta y bajo diferentes formas algo del registro religioso se impone y regresa en la clínica de esos jóvenes. Su renuncia a la sexualidad y su rechazo al mundo exterior del cual no quieren saber nada realizan un ideal de pureza… difícilmente permeable al vínculo. Dicha renuncia les fue terapéutica.
Nosotros proponemos de declinar “encerrado” al masculino a través de una clínica masculina de un retrato de la adolescencia. Para ello nos interrogamos sobre las especificidades de la construcción del narcisismo, de sus límites y de la gestión de la perdida en un muchacho. Para finalizar, ilustraremos nuestro propósito con un estudio clínico que trata sobre la cuestión de la función del espejo.
Los movimientos que están en obra en la terapia analítica de una joven adolescente, quien presenta una brutal descompensación con síntomas de anorexia mental; la cual se dio durante el confinamiento. Ilustran el impacto del encierro psíquico de esta patología: lucha contra las excitaciones, la represión de los afectos, y bloqueo de la elaboración de las fantasías; todo ello a la imagen de un cuerpo congelado en su desarrollo psicosexual. Es apoyándose en la dinámica transferencial y reactualizando las percepciones y sensaciones que se obtendrá, que la actividad de representación pueda de nuevo desplegarse.
A partir de “los periódicos de confinamiento” producidos por los adolescentes-jóvenes y adultos que narran la vida en colectividad familiar en periodo de crisis sanitaria y de confinamiento. El autor se interesa a la habitación del adolescente, su polisemia y los intereses múltiples y variados de las cuales puede ser objeto; en un momento el cual toda la familia está encerrada. Malestar y resiliencia cohabitan y caracterizan esta “cultura del cuarto” emblemático de la hiper modernidad.
Este artículo propone de mostrar los principios del adolescente que se confina y fabrica con mucho método un lugar de reclusión voluntaria hasta ofrecer la figura de un desaparecido, al límite de la angustia de un entierro, el lugar de una ascesis. Este texto aquí no intenta seguir la descripción de una curva ascética: las privaciones, el aislamiento y los ataques del cuerpo, si no que intenta de hacerlo en el lugar donde ocurre. El lugar de la ascesis, ahí donde la casa familiar se deshace y es recubierta por un nuevo espacio.
La imagen marítima de navegar en aguas oscuras propuesta por D. W. Winnicott para describir el periodo de la adolescencia ilustra la inmovilización de ciertos pacientes. La reactualización del conflicto de Edipo cuando no ha desaparecido, viene a solicitar al Yo y moviliza el narcicismo. En el centro de cura para los adolescentes, la psicoterapia institucional, asociada al tratamiento grupal, intenta de volverlos hacer navegar.
El encierro de los adolescentes, aquí es considerado como una inmovilidad psíquica que impide al síntoma de constituirse. La transferencia con su movimiento de enlace y desenlace, permitirá la regresión transformando así al sadismo primordial en masoquismo erógeno. Entonces, es así que el principio de placer puede convertirse en un verdadero guardián de la vida psíquica.
Madame butterfly, la ópera de Puccini, es una ilustración magistral del masoquismo y de la melancolía movilizada en los comportamientos de sacrificio, la cual ilustra el encierro durante la adolescencia. Los autores muestran cómo es que detrás de la figura de la mujer pasiva e ingenua se revela una posición activa de madame Butterfly para luchar contra la separación. Las identificaciones melancólicas al padre desaparecido y suicidado; nutre la imposibilidad de renunciar al objeto perdido y ganar en libertad de otra manera que atacándose a si mismo.
Adolescence, 2023, 41, 1, 63-79.
Revue semestrielle de psychanalyse, psychopathologie et sciences humaines, indexée AERES au listing PsycINFO publiée avec le concours du Centre National du Livre et de l’Université de Paris Diderot Paris 7