A la manera de la imágen de un sueño, el tatuaje es antes que nada, la expresión gráfica de la producción psíquica del sujeto. El tatuaje voluntario es un acto de lenguaje que se encuentra entre una escritura la cual se aproxima de los geroglíficos y sus simbolizaciones y el discurso hablado.
La representación substitutiva y la imágen inscrita sobre la piel adquiere un valor de sucedáneo del mundo interno del sujeto que no está necesariamente metaforizado. La exitación pulsional está en búsqueda de representaciones. Cuando estas ultimas funcionan mal, la incrpción de una imágen sobre la piel puede ser considerada como teniendo valor de una función substitutiva. En medio camino, entre la representación psíquica y el objeto externo en un entre dos que no está ni completamente dentro pero tampoco fuera.
Para Nicolas ; su tatuaje como el escudo de Persée muestra la vision de un Otro que podria hacerle acordar la diferencia de sexos ; sintiendose así protegido de su temor de quedarse paralizado a causa de su propia angustia de castración paralizante. Era una función metapsicológica para abordar el vacio representacional en el cual temia ser aspirado y para proteger su yo corporal y por la misma ocasión derrumbarse, renforzando su sistema de refulamiento precario.