Los jóvenes de la calle prisioneros a los procesos de la toxicomanía, tienen la particularidad de estar encerrados afuera de ellos mismos.
El bus metadona, trata de crear un encuentro, al interior de un espacio transicional al ritmo de una temporalidad re-encontrada con la finalidad de que algo del orden de una inscripción del deseo en el otro se dibuje.