En el camino hacia la autonomización el adolescente a veces se confronta a la soledad. Ciertas conductas patológicas como las fugas o “ las falsas partidas ” parecen indicar a la vez la expresión de un malestar resentido y la necesidad del otro. La teoría del apego como teoría de la relación ofrece un modelo de comprehensión de esas situaciones, cuya coherencia radica sobre el hecho que ella se centra sobre lo interpersonal y sobre la posibilidad de interveciones terapéuticas familiares. En esta dirección, los dos conceptos de “ resonancia ” y de “ objeto flotante ” presentan un gran interes.