A causa de la frecuencia y la contagiosidad las heridas autoinflingidas de la adolescencia se imponen delante de la escena, tanto a través de una reflexion psicopatológica que social. Para algúnos, la frecuencia misma hace que el fenómeno parezca banal y su función sería esencialmente adaptativa. Para otros, las heridas autoinflingidas son una forma de suicidalidad que no se nombra. Entre esos dos casos extremos hay una multitud de significaciones posibles y de respuestas terapéuticas. Viendo la literatura científica en lo que respecta la comprehensión psicopatológica de las heridas autoinflingidas a la adolescencia, éste artículo pone de relieve diversas interrogaciones y rompe con algúnas certitudes..