Este artículo examina las manifestaciones de la ambigüedad sexual en el Japón y en Occidente. Retraza la historia de la moda juvenil kawaï y la cultura shôjo (adolescente) y explora ciertos aspectos peculiares tanto en la calle como en los tebeos japoneses. La frontera es vaga entre el kawaï y las lolitas. Las muchachas juegan con su propia imagen, seducen, actúan de travestís y leen los mangas los temas son comunes. El artículo propone una hipótesis sobre la función del apego infantil en la búsqueda identitaria y sobre la tentativa de reorganizaciones de soluciones a la confusión y a la angustia de la identidad sexuada.