Los adolescentes jugadores compulsivos de video-juegos presentan diversos funcionamientos subyacentes a su sintomatología. Para estos adolescentes, un taller de juegos en grupo asociado a un tiempo de discusión parece constituir una terapia adaptada. La utilización del objeto mismo del juego como mediación terapéutica ofrece la posibilidad de la emergencia de un material afectivo et perceptivo el cual será posible de elaborar en un segundo tiempo. Un proceso de toma de conciencia de su problemática así como también se da una distanciación con el objeto. Las interacciones permitidas por el grupo relanzan los procesos identificatorios y particularmente en el caso de victimas de violencias escolares. El conocimiento de los video-juegos al menos por uno de los terapeutas favorizan el intercambio, participando así, a la revalorización narcísica y al relance de los procesos identificatorios.
Adolescence, 2009, T. 27, n°3, pp. 689-698.