Las trasferencias a la adolescencia no son solamente regresivas e infantiles si no que también son progresivas y pubertarias. La economía traumática pubertaria requiere de un tiempo de construcción de un espacio intermediario a partir de una narratividad compartida transformando los sentimientos pubertarios no figurables en escenarios capaces de ser compartidos. Los discursos durante la adolescencia son retomados como creaciones que en si no deben ser interpretadas, y ello, al menos en un primer tiempo. Las construcciones del analista sobre el objeto narrativo intermediario, dejan abierta la posibilidad de una comprensión re interpretativa hallada y creada por el adolescente mismo y ello sin tener que justificar sobre su origen en una forma de juego de manejo activo. Este tiempo es necesario para asegurarse de una identidad narrativa subjetivante. Esta señalado, el riesgo de un clivaje de transferencia narcisica y objetal y de un evitamiento del trabajo « interpretativo » clásico. El trabajo de construcción implica en el analista un trabajo contra-trasferencia sobre el adolescente que hay en el analista y sobre sus « teorías sexuales adolescentes ».
Adolescence, 2009, T. 27, n°4, pp. 1027-1037.