El pubertario femenino, esta constituido por las novedades que sorprenden a todo adolescente no solamente en su cuerpo, si no también en toda su vida psíquica. Este proceso psíquico complejo, interroga entre otras cosas la calidad de la mirada del padre quién sigue la evolución de la sexualidad genital en la hija adolescente. El trabajo aborda un aspecto más bien dejado del lado del vínculo de las hijas con sus padres. A menudo es posible ver en el tratamiento analítico de adolescentes a padres frágiles, ausentes e incluso violentos Y son el objeto de intensas atenciones de protección y de consideraciones positivas de la parte de sus hijas que hacen todo para poner un pedestal a la imagen paternal. En esos casos el padre edípico, parecen tener que quedarse en vida y valorizados para poder ejercer de manera suficiente su función. En efecto es únicamente bajo esta condición que el fantasma parricida puede ser plenamente reconocido y su valor simbólico, puede ser plenamente elaborado y que el padre edípico, puede desaparecer del horizonte.
Adolescence, 2010, T. 28, n°1, pp. 99-111.