El trayecto posible de los afectos de la vida amorosa, primero en el tiempo del nacimiento del objeto después como inversión de si mismo y del otro para seguir finalmente con el amor dicho maduro, se conjuran en innumerables formas y en la intensidad del amor de transferencia. A partir de la dinámica trasfero-contra-trasferencial en obra en el análisis de Antonella, veremos como la clínica nos ilustra las numerosas vicisitudes atravesadas por los adolescentes, las soluciones sintomáticas infinitas, los innumerables sufrimientos de la vida amorosa; vinculadas a la fidelidad, a la identificación primaria, a la fuerza de ese lazo amado y odiado, pero al mismo tiempo también a la reactivacion de los procesos de subjetalisacion y de subjetivacion.