El término encerrado, nos evoca a Marcel Proust: El mismo autor, pero también “la prisionera” que el narrador dice encerrar, obligando a cada quién a adivinar al otro de manera incesante para poder escarpase de el. En análisis creer que uno sabe lo que el otro piensa a tomado otra forma: la empatía; O. Reinick a concebido un juego que él lo llama “las cartas sobre la mesa” lo cual a sus ojos es una colaboración entre el analista y el paciente. Lo que queda por saber es si se trata o no de un juego que “encierra” de manera durable al uno y al otro en la transferencia.
Adolescence, 2023, 41, 1, 11-20.