Alban tiene doce años. El ha apuñalado a su padre. Este articulo propone una lectura epistemológica del acto con el fin de salir de los impases de una puesta en perspectiva muy diacrónica y procesual. Así, la hipótesis emitida es de ver el acto parricida como un fragmento de una verdad mítica, quien presenta la repetición de una metáfora filogenética: el homicidio del padre originario. Esta metáfora, es explorada a través de los procesos transferenciales que ella supone; particularmente los puntos de vista de la identificación fetichista y la negación de la castración femenina en la escena primitiva.