El autor muestra como en las vivencias contra-transferenciales de precesión, el cuerpo herido del analista puede ser investido como siendo el lugar de representación de la transposición de las fantasías inconscientes de castración del paciente. Y da indicaciones de cómo la precesión de la contra-transferencia debe ser entendida como un útil precioso de identificación de la metapsicología de los procesos inconscientes y ello antes del primer encuentro analítico.
Adolescence, 2016, 34, 3, 633-644.