La emoción estética surge en el individuo en un momento singular cuando él es impregnado por la belleza única de una obra de arte, de una forma o de una palabra que le revela una verdad profundamente intima y al mismo tiempo universal. Estos momentos raros y preciosos permiten la apertura de un espacio de juego y de creatividad en la monotonía de la existencia o de la repetición patológica. Nosotros proponemos de estudiar el contexto de aparición de dos momentos de emoción estética que hemos observado durante un taller de « arte-terapia » destinado a adolescentes hospitalizados a tiempo completo.
Adolescence, 2016, 34, 1, 139-149.