La reorganización psíquica implicada por la pubertad hace de la reflexividad un eje mayor de la adolescencia y aclara de otra manera la problemática de la subjetivación. En ese contexto, la escenificación de su propia muerte, paradójicamente permite de restablecer una forma de reflexividad subjetiva y también lleva a relanzar los procesos de apropiación de sí mismo. Este trabajo se apoya en la importancia que el sujeto acuerda a un objeto doble capaz de sostener la reflexividad en sufrimiento.
Adolescence, 2015, 33, 4, 859-869.